jueves, 9 de septiembre de 2010



Me engaño a mi misma, hago como si ya no me importaras. Hace días que no hablo de ti, solo para que los demás vean lo poco que me importas. Me rio alto cada vez que pasas cerca, para demostrarte que sin ti también puedo. Sigo adelante.
Pero me he cansado, no soy tan buena actriz . Y cuando veo que realmente tu si que estás bien, y que ya lo has olvidado, entonces es cuando me derrumbo, cuando me doy cuenta de que te sigo queriendo, de que te echo de menos. Y de que no puedo seguir así, no puedo engañarme a mi misma, ni si quiera puedo engañarte a ti. Porque te quiero, no soporto que hayas pasado página, y lo que más me duele de esto es que no hay solución alguna, porque tu has cambiado, y las cosas ahora son distintas entre nosotros.
Echo de menos como eras antes, te echo de menos.

(:



Si lo piensas bien, no soy demasiado complicada, y tampoco nada del otro mundo. Me considero de las personas que duermen los domingos, cuentan las rayas de las baldosas de la calle, de las que miran el cielo y dicen: Hoy no va a llover y disfrutan de la última onza de chocolate del paquete como si fuera la última en la vida. No soy de las que ve el vaso medio lleno porque sencilla mente no creo que exista ningún vaso, y si lo hay, siempre me preguntaré porque rayos es un vaso y no una copa o una maceta. Pertenezco a ese grupo de personas que a veces sonríen y no saben por qué, a ese grupo de personas que canta en la ducha pero siempre lo niegan. Admito que soy de las que dije “lo haré mañana”, “nunca jamás me enamoraré”, “acabo en un segundo” y jamás lo cumplí.
Quien no ha soñado alguna vez en poder vivir en una de esas películas en las que aunque las cosas se tuerzan, siempre hay un camino de escapatoria, para al final poder ser feliz completa mente? La vida, quizás, no es tan fácil cómo una película. A veces te sientes arriba, muy arriba rozando con la yema de los dedos el cielo, las nubes y mirando por debajo de tus hombros todo lo que te rodea. En esos momentos todo es maravilloso, parece que nada ni nadie es capaz de cambiarlo... pero un día, sin previo aviso, todo se nubla, el cielo se vuelve gris y la lluvia te encoge hasta que te hace caer de nuevo en la cruel realidad... una realidad en la que por muy duro que resulte, pocos sueños se cumplen: sólo unos pocos afortunados pueden afirmar que han cumplido sus sueños, y lo más duro es que quizás, y a veces, son los que menos merecen ver cumplido sus sueños ... Yo vivo continuamente en la cruel realidad, pero aún así, aunque muchos me llamen ilusa, intento estirar mis brazos lo más que puedo para tocar el cielo; por que aunque llueva a chuzos es sólo agua y detrás de esas nubes grises, algún día, quien sabe cuando, el sol de nuevo brillará ... Todo consiste en estar atento a lo que te rodea, por que de repente algo puede alegrar tu día